Sé que los cuentos de hadas no existen pero mi mente constantemente esta sumergida en un mundo de sueños, y yo, consciente de ello, no hago nada por intentar salir de el, pues aparte de que no quiera (ahí me siento agusto), no puedo evitarlo. Sé que tengo que bajar de las nubes, pero es que yo soy así, un alma soñadora, un corazón que siempre esta buscando a quien amar, que siempre esta dispuesto a darlo todo por alguien a pesar de que no vaya a recibir lo mismo.
Ahora bien, esta forma de ser tiene sus contras, ya que tanto mundo de sueños, ilusiones y fantasías acaban por evadirme de la realidad y me llevan hacia un mundo irreal, sin sentido, que me impide darme cuenta de lo que verdaderamente está pasando aquí sobre mis pies. Es como si mi mente escribiera día a día un cuento, un cuento irreal en el que plasmo mis deseos más imposibles y en el que del famoso beso de la princesa a la rana surge el
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