Te regalo mi cintura y mis labios para cuando quieras besar te regalo mi locura y las pocas neuronas que quedan ya. Mis zapatos desteñidos, el diario en el que escribo, te doy hasta mis suspiros pero no te vayas más. Porque eres tú mi sol, la fe con que vivo, la potencia de mi voz, los pies con que camino, eres tu amor mis ganas de reír, el adiós que no sabré decir porque nunca podré vivir sin ti.
Si algún día decidieras alejarte nuevamente de aquí, cerraría cada puerta para que nunca pudieras salir.

17 de marzo de 2011

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Cuento los días que me quedan para volver a disfrutar de esa sonrisa tuya que me alegra la vida. Cuento las horas que me quedan para volver a viajar por las dulces curvas de tus labios. Cuento los minutos que me quedan para volver a sentir esas "chispitas de felicidad" cuando estoy contigo. Cuento los segundos que me quedan para volver a tenerte cerca y decirte lo mucho que te quiero. 

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